UN VOLUNTARIO DE SOLANO PARA UNA POSIBLE VACUNA CONTRA EL COVID-19

LA EXPERIENCIA DE ANDRÉS AGUIRRE: “QUIERO DEVOLVERLE A MI PAÍS ALGO DE TODO LO HERMOSO QUE ME DIÓ”

Andrés Aguirre, generoso y solidario vecino del barrio Los Eucaliptus de San Francisco Solano -y presidente de la Sociedad de Fomento local-, se anotó como voluntario para uno de los proyectos que existen en desarrollo para lograr una vacuna contra el Coronavirus. “Quiero devolverle a mi país algo de todo lo hermoso que me dió: familia, trabajo, salud, educación”, afirmó.

Aguirre relató a Solano Expreso que el hecho de no haber sido convocado en 1982 a la Guerra de Malvinas, a pesar de haberse ofrecido como voluntario, fue el principal motivo de su firme decisión de contribuir con su cuerpo a los experimentos del primer proyecto de vacuna en Argentina promovido por la alianza de las empresas farmacéuticas Pfizer (EE.UU.) y Biontech (Alemania), que se viene llevando a cabo en el Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich” de Capital Federal. Era algo que le había quedado como materia pendiente en su vida.

“Mi experiencia es más que satisfactoria: el trato, la cordialidad, la higiene, el protocolo, la atención telefónica cuando me hicieron una serie de preguntas cuando me anoté de voluntario...”, sostuvo en relación a un amplio cuestionario que debió responder acerca de su estado de salud actual y si había padecido ciertas enfermedades graves. Asimismo, le preguntaron cómo estaba conformada su familia, cuestiones acerca de su trabajo, las personas que frecuentaba y qué medios de transporte utilizaba. En total, unas tres o cuatro veces se comunicaron. De lo contrario, no habría sido aceptado.

También agradeció que en estos meses de pandemia no se contagió de coronavirus a pesar de haber trabajado siempre en el área de servicios públicos municipal: “Me cuidó dios”, graficó al respecto.

“Estoy muy feliz porque me siento útil -prosiguió Aguirre- y ya para mí es suficiente con ser útil” y no ahorró elogios en referencia al muy buen trato recibido tanto por el personal médico, las asistentes y todo el Hospital Militar en general.

En cuanto a las consecuencias que manifestó luego de haber recibido dos dosis de la vacuna experimental, detalló: “Después del análisis de sangre y el hisopado que recibí, la primera dosis me dejó un fuerte dolor en el brazo pero no tuve temperatura y al otro día fuí a trabajar. La segunda dosis, también me dolió muchísimo el brazo y el hisopado también (antes no había ocurrido); a la madrugada transpiré muchísimo, me cambié y me fuí a trabajar”, aclarando que no tuvo reacciones desagradables que le dijeron podrían ocurrir: dolor de cabeza, vómitos, diarrea, etc.

Para culminar, Aguirre explicó que todos los domingos debe comunicarse con los responsables de la vacuna experimental para que dé un parte de su estado de salud, que hasta ahora viene muy bien. En este sentido, adelantó que la próxima dosis la recibirá el 13 de noviembre y después tendrá un descanso por seis meses hasta marzo 2021, fecha en la habrá un nueva dosis y luego un compás de espera hasta 2022. El tratamiento tiene una duración de dos años en total. La generación de anticuerpos en los organismos de los voluntarios es el objetivo de la investigación para lograr dar con la tan ansiada vacuna contra el Covid-19, que hasta el momento no da tregua al mundo entero.

En agosto pasado comenzó la vacunación de voluntarios en el mencionado Hospital Militar que participan de la última etapa de experimentación de la vacuna contra el coronavirus que desarrollaron conjuntamente las empresas Pfizer y Biontech, y se está testeando también en Brasil, Estados Unidos y Alemania. El Hospital Militar Central firmó un convenio para trabajar con el investigador principal Fernando Polack y su equipo junto a los representantes de Pfizer.