INSTITUTO ALFONSINA STORNI: PROYECTO LITERARIO CONTINÚA EN 2020

Lun, 02/03/2020 - 16:43
 
"ALFONSINA ESCRIBE"

Durante el ciclo lectivo 2019, el departamento de Lengua y Literatura del Instituto Alfonsina Storni de San Francisco Solano -calle 851 N°2251, entre Av. 893 y 894- llevó adelante el concurso literario "Alfonsina escribe", del cual participaron alumnos del nivel secundario.

De la votación, se comprometieron tanto alumnos como docentes y resultaron ganadores con el 1° puesto: Azul Ribero (turno mañana) y Leslie Acevedo (turno tarde). A ellas, se sumaron al 2° puesto: Natasha Velázquez, Micaela Pepa y Nahuel Mendoza.

Durante este año se reeditará el mencionado proyecto "Alfonsina escribe", con el objetivo primordial que se han impuesto las autoridades del establecimiento educativo de contar nuevamente con más producciones literarias creadas por los alumnos y que, de esta manera, enriquecen el bagaje cultural de la comunidad de la que forman parte.

Cabe destacar el trabajo de las profesoras Mirta Serpa y Valeria Giménez, ambas integrantes responsables del departamento de Lengua y Literatura del IAS.

Por otra parte, el IAS ha incorporado para el presente ciclo lectivo la plataforma Santillana Compartir, que "se suma al proyecto educativo del colegio, trabajando en conjunto con el equipo directivo y docente, para potenciar el aprendizaje de los alumnos de hoy". Los alumnos del IAS tendrán acceso a una plataforma educativa que brinda: aula virtual, biblioteca digital, recursos digitales, propuestas de proyectos, actividades y evaluaciones. 

A continuación, se muestran las producciones ganadoras que llevan los siguientes títulos: "Para Siempre" y "Luna y Tierra". Autora: Acevedo, Leslie. "La Puerta". Autora: Rivero, Azul.

 

PARA SIEMPRE

Muerta.

Está muerta. La maté. No era mi intención. Fue su culpa.

Culpa.

Es lo que siento, la culpa me invade. Pero ella no dejaba de retorcerse y pedir ayuda; le pedí que guardara silencio. Tuve que hacerla callar.

Silencio.

Es todo lo que quedaba, un gran silencio que me ensordece. Mis manos aún permanecen alrededor de su cuello. El silencio desaparece siendo interrumpido por el crack de un arma disparando. Salió. Dolorosamente siento como la bala impacta en mi espalda. Caigo sobre el cuerpo al que hace unos minutos arrebaté su vida.

Cuerpo.

Ya no estoy en el mío. Ahora veo como mi cuerpo yace sobre el de ella. Estábamos juntos. Por fin. Estaré con ella para siempre. Siempre debió ser así.

Ella me amaba, yo la amaba. Nos amábamos.

Siempre la observaba. Mientras dormía, mientras se duchaba, mientras que iba con el idiota de Jack, su novio.

La veía en todos lados; en mis mejores sueños y mis peores pesadillas también.

Ahora estamos juntos, como siempre lo quisimos. Nos separamos, aunque fueron unos meses. Ellos decían que yo estaba enfermo. Pero no era así. Me encerraron, alejándome de ella. Pero logré salir; salí para buscarla, para que por fin pueda darse rienda suelta a nuestro amor. Vine por ella, pero en cuanto me vio se asustó. No entiendo por qué. Estábamos en el estacionamiento de un supermercado, ella tenía unas bolsas en sus manos con las que quise ayudarla, pero gritó y no paraba de hacerlo. Tuve que callarla. Todavía observaba nuestros cuerpos aún en el suelo. Juntos. Giro mi cabeza hacía el lugar donde provino el disparo. Es Jack. Él disparo. Ahora se lo llevan. El policía esposa sus manos. Se lo llevan preso.

Despierto.

Estoy despierto. Miro a mi alrededor. Es una habitación, cuatro paredes blancas. Me encuentro atado a una camilla.

¿Qué hago aquí?

Debería estar con ella. Con Beatrix, mi Beatrix bella. Mi esposa.

Ellos entran, vestidos de blanco. Me decían que me calle, pero no estoy pronunciando ruido alguno. Me dicen que deje de moverme, pero todas mis extremidades se encuentran quietas.

¿Qué está pasando?

Uno de ellos saca una jeringa. Siento entrar la aguja en mi cuello.

Segundos después el sueño me invade, siento la paz. Volveré a verla. Volveré con ella.

 

LUNA Y TIERRA

Se acercaba el día de su decimoctavo cumpleaños, y la tierra se encontraba acostada boca hacía algún lugar del espacio porque desde que vio a la luna no dejó de provocarse efectos mariposa en el estómago. A ver si así podían poner un poco de práctica la teoría del caos… Y conocerla.

Pero la luna era ordenada…

Meticulosa y apasionada de las cifras. Al principio no se fiaba de alguien que había tardado solo 5 billones de años en pedirle salir a una chica, que tal vez su interés era superficial y solo le interesaba las vistas porque se comentaba que con ella los polvos…

Estelares, se veían de maravilla.

Pero el día de la cita la luna se esmeró buscando en el armario una fase, preguntándose sino era muy atrevido vestirse ese escotado cuarto menguante sin maquillaje o dejarse ver los cráteres sin darle una oportunidad a una chica después de haber saltado para la humanidad y dado pasitos en falso para los hombres y mientras la tierra no paraba de preguntarse que iba a contarle.

Tal vez lo que después de los dinosaurios de mayor quería ser controlador aéreo de estrellas fugaces.

Que en la tierra todos éramos ciudadanos de un lugar llamado primer mundo porque el segundo no sabía poco y el tercero estaba en vías de desarrollo que en la tierra éramos unos extremistas religiosos un poco absurdos y nos llenábamos la boca de orgullo gritando…

``Mi dios besa mejor que el tuyo´´

Que en la tierra no importa el color de la piel que nadie te detiene para que justifiques tu existencia con un trozo de papel, que es más fácil ser mujer, que dos si se pelean aunque uno quiere al revés, que uno no tiene suficiente con dos y busca a tres para inventarse que son felices los cuatro hasta que se multiplica el problema, y cuatro acaba llamando al cero dieciséis. Que los refugiados no están hechos de opiniones en internet que en la tierra no nos rompemos el corazón a recordar el pasado, que no somos tan simples, que después de una relación...

`` fuimos.

 

LA PUERTA

Imagina que ingresas a una casa de dos plantas y en el piso superior caminas por un pasillo, al final del mismo hay una puerta; está cerrada, decides mirar por la mirilla, no logras ver nada, la llave está puesta por dentro, si la llave está puesta por dentro analizas que debe haber una persona allí, golpeas… nada, lo haces dos y haces tres veces más, pero nada. Si no hay nadie dentro, entonces habrá otra entrada. Luego de recorrer la casa, te das cuenta que no, ninguna habitación está conectada a la misteriosa sala, decides volver y pararte frente a la puerta, y analizas.

Si no hay ninguna habitación que se conecte vuelves a tu anterior opción, vuelves a llamar a la puerta. Nadie contesta, alzas la voz y preguntas por una presencia adentro, nadie contesta. Luego de intentar un poco más desistes, nadie va a responder.

El tiempo corre y cada vez estás más interesado y ansioso por ver que hay detrás de esa puerta, quizás solo una habitación corriente, pero si es así, entonces porque es la única cerrada.

Bajas las escaleras en dirección al garaje, encuentras un martillo, vuelves y antes de iniciar avisas sobre tu inminente ataque, pidiendo que se aleje de la puerta para evitar daños humanos. Comienzas a golpear la misma hasta aflojarla, continuas con las bisagras, estás así un rato hasta que la puerta cede, finalmente el picaporte se despega de la puerta, aunque mantiene su posición sostenida por el cerrojo, retiras la puerta rota y una luz te ciega.

Al abrir los ojos miras el techo de la sala abierta y ves azul, más bien celeste, no hay lámparas si no hay sol, miras las paredes y solo ves más celeste, decides mirar al piso pero no logras llegar a verlo, te agarras del marco de la puerta y te asomas más tratando de ver el suelo, tu visión no llega a divisar nada. Recuerdas entonces uno de esos datos inútiles de conocimiento general, la visión humana alcanza los 15km, miras de nuevo al suelo más de 15km de profundidad piensas, vuelves hacia atrás y ves la escalera que conecta el primero y segundo piso. Bajas las escaleras, cuentas 28 escalones y calculas unos 2,5 m, subes las escaleras, desde ahí puedes ver el suelo del primer piso, vuelves a asomarte al marco de la puerta y sigues sin ver el final, vas hasta la escalera y cuentas los segundos que tardas en bajar 28 escalones (15 segundos), si 15 segundos son 2,5m ¿ Cuántos segundos serán el infinito?. Vuelves a subir, te agarras del marco y das un paso a lo desconocido. Inicias a contar, tu pelo va hacia atrás, sientes viento en tu cara. Decides mirar abajo y al hacerlo te das cuenta de la magnitud de lo que has hecho, el pánico te invade e intentas agarrarte de algo, pero no hay nada, miras abajo sin ver aún el piso, pero ahora, presintiendo que vendrá. Cierras los ojos, te relajas, aceptando las consecuencias de tus actos, cuentas 1, 2,3.

Abres los ojos y no ves nada, la llave está puesta del lado de adentro, te levantas, miras la puerta, tienes un dejavú, necesitas ver que hay detrás.

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