HOMENAJE A ROSARIO VERA PEÑALOZA, PRIMERA MAESTRA JARDINERA DEL PAÍS

ROSARIO VERA PEÑALOZA TAMBIÉN ES CONOCIDA COMO "MAESTRA DE LA PATRIA"

Una destacada educadora argentina, conocida como “la maestra de la Patria”, fue la primera docente dedicada a la educación en la temprana infancia, llamada Rosario Vera Peñaloza.

La práctica pedagogica en el aula con niños y niñas de corta edad fue su gran preocupación. Hoy el Nivel Inicial considera la fecha de su fallecimiento, el 28 de mayo, como el “Día de los Jardines de Infantes”.

Rosario nació el 25 de diciembre de 1873, en la navidad cuyana de La Rioja, en un pueblo llamado Atiles. Quedó huérfana desde muy pequeña, al cuidado de su tía materna, quien le enseñó a escribir y a defenderse en la vida.

San Juan, La Rioja y Paraná la cobijaron en su educación formal, donde finalizó el profesorado en 1894, obteniendo el título Superior de Enseñanza. Pero no fue suficiente porque además estudió: dibujo, pintura, corte y confección, grabado, ejercicios físicos, artes decorativas, modelado, trabajo manual y tejido de telares. Una verdadera iniciadora de la formación y capacitación docente contínua.

Fundó en el año 1900 el Primer Jardín de Infantes argentino, como anexo a la Escuela Normal de La Rioja y otros en Buenos Aires, Córdoba y Paraná, estudiando y armando los mejores planes para los mas pequeños y programas de educación preescolar.

El Consejo Nacional de Educación le encargó en 1931 la formación del Primer Museo Argentino para Escuela Primaria, que funciona en la actualidad en Buenos Aires, y en sus salas anexas se enseñaba la elaboración de alimentos y elementos regionales como: la preparación de dulces, instrumentos musicales autóctonos, trenzados y danzas folklóricas. Dicho Museo tiene en la actualidad 12 salas en el Instituto Bernasconi y en él se exponen algunos elementos creados y elaborados por las propias manos de Vera Peñaloza.

Fue vicedirectora y directora en Escuelas Normales de La Rioja, Córdoba y Capital Federal, y supervisora de la enseñanza secundaria, normal y escuela especial, recorriendo e impulsando en el país la enseñanza popular.

Consideró a la infancia como el tiempo por excelencia para la formación de los seres humanos, pensando más en el presente de esa infancia y convencida que ello brindaría instrumentos para afrontar dificultades futuras. Reconocía el valor del juego y la libertad como promotor del ocio creador.

Fue escritora y entre sus obras se destacan: “Los hijos del sol”, “El hombre que rehusó el Olimpo”, “Cuentos y Poemas”, “Historia de la Tierra”, “Un viaje accidentado” y “Pensamientos breves sobre juegos educativos”.

Al cumplirse las bodas de oro como docente, docentes, alumnos, ex alumnos y amigos argentinos y docentes extranjeros limítrofes, le ofrecieron un merecido homenaje y le entregaron un libro con firmas y dedicatorias, encabezado con el siguiente texto: “A Rosario Vera Peñaloza, espíritu superior, noble y generoso, mujer abnegada y educadora ejemplar, que se ha dado y se da por entero a la educación sin reparar en sacrificios y sin esperar recompensa”.

Falleció a los 77 años, un 28 de mayo de 1950 en su provincia natal, y como homenaje este día fue declarado “Día Nacional de los Jardines de Infantes” y “Día de la Maestra Jardinera”.

Saludo desde esta columna a las directoras y maestras de los jardines de infantes, que marcan el camino, tal cual lo hizo Rosario, de la deseada, próspera, justa e integral formación escolar argentina.

Profe Dany García
Director del IDEP Escolar