La llave... El futuro llegó hace rato

Lun, 29/09/2014 - 13:37

Flash Gordon, la novela 1984, Volver al futuro, Crónicas Marcianas, La máquina del tiempo...

Películas y libros que se encargaron de contarnos el futuro que hoy se convirtió en presente. Podemos sentir decepción ante la evidente falta de autos y skates voladores, viajes interplanetarios a la distancia y al costo de una excursión al centro y correspondencia en formato de hologramas. El mundo presentido por los grandes autores no siempre se concretó de la manera esperada, pero resultó maravilloso, sin duda, ser testigo del cambio de milenio y de la red de interconexiones que, transitando los 2000, no deja de sorprendernos.

EL SECRETO REVELADO

Algo desatendido en esas obras del futuro, quizás por ser un hecho inesperado, es que la internet, el teléfono inteligente, el mundo hiperconectado, siguen utilizando una invención que tiene ya unos 5000 años entre nosotros: el sistema de escritura y la interpretación de ese sistema, la lectura. Mensajes, páginas web y libros electrónicos son lecturas consumidas con voracidad en el marco de las nuevas tecnologías. Aquello que fue un secreto entre maestros iniciados, se convirtió en una llave para entender el mundo. Tal como escribió el educador brasileño Paulo Freire: “La lectura del mundo precede siempre a la lectura de la palabra y la lectura de ésta implica la continuidad de la lectura de aquél”. Leer es contrastar la palabra escrita con el mundo. Entender si leemos una noticia, una mentira disfrazada de tal, un texto académico o una farsa pseudocientífica, es un conocimiento esencial al servicio de una mejor interpretación de nuestra propia realidad circundante.

UNA LLAVE PARA ENTENDER EL MUNDO

En el universo de la virtualidad, de estímulos escritos interminables; elegir qué leer, cómo leerlo, comprender cómo nos afecta y, a la vez, cómo afectamos nosotros a nuestra realidad, es una necesidad ineludible para un ser humano en evolución permanente. Conscientes de esta herramienta es como podemos obtener la capacidad de transformarnos y trabajar para transformar el mundo en el lugar de nuestros más bellos sueños colectivos.

Octavio IPES